A la economía mexicana probablemente le espera un año difícil en 2022, ya que el impulso que recibe del crecimiento de Estados Unidos se ve superado por los golpes de las estrictas políticas fiscales y monetarias y la incertidumbre sobre la agenda del gobierno.
Bank of America Corp. recortó su previsión de crecimiento del 2,5% al 1,5%, según escribieron el martes en una nota los analistas encabezados por el economista jefe para México y Canadá, Carlos Capistrán.
En una videoconferencia posterior, dijo que las cifras de producción de México ahora probablemente no alcanzarán los niveles previos a la pandemia hasta el próximo año.
“México está potencialmente en un régimen de bajo crecimiento”, escribió Capistran. Los débiles datos de actividad muestran que “el rebote de la fase inicial de la pandemia ha terminado y que la actividad en México está, en todo caso, bajando de nuevo.”
- La economía de México se contrajo en el tercer trimestre de 2022, mientras que la de Estados Unidos creció
La segunda economía más grande de América Latina se contrajo en el tercer trimestre de 2021, y el mal comienzo del cierre de octubre-diciembre del año sugiere que la contracción no se debió totalmente a factores puntuales como el pico de la variante Delta de Covid-19, escribió Capistran. El banco también recortó su estimación de crecimiento para 2021 del 5,8% al 5,2%.
El país se ha visto impulsado a lo largo de la pandemia por la fuerte demanda de EE.UU., que ayudó a las empresas a reabrir rápidamente y a expandirse en el corazón manufacturero de la frontera norte.
Sin embargo, ahora México “parece estar desvinculado del crecimiento de Estados Unidos”, escribió Capistran. Sostiene que la tendencia puede explicarse por el contraste entre el fuerte gasto y la política monetaria flexible en Estados Unidos, frente a la austeridad del presidente Andrés Manuel López Obrador y la perenne actitud de halcón del Banco de México.
La financiación externa también se ha ido agotando
Con el apetito de los inversores socavado por la “agenda centrada en el Estado” del presidente, escribió Olga Yangol de Credit Agricole CIB en una nota el martes. “López Obrador ha mostrado una tendencia a centralizar la toma de decisiones, lo que ha llevado a la erosión institucional y al funcionamiento ineficiente del gobierno”.
Ha asustado aún más a los inversores con una legislación estatista, como un proyecto de ley de reforma eléctrica que busca impulsar la cuota de mercado de la empresa estatal. “El presidente está, como ha declarado, haciendo la cuarta transformación de México, y todo proceso de transformación implica cambio y, por tanto, incertidumbre”, escribió Capistrán. “La alta incertidumbre ha sido probablemente una de las razones por las que la inversión es muy baja”.
Una de las mejores oportunidades de crecimiento para México este año es el “near-shoring”, un impulso para persuadir a las empresas que se están alejando de China o que quieren cadenas de suministro más simples para basar las instalaciones en México, dijeron ambos analistas.
Sin embargo, ninguno de los dos se mostró especialmente optimista. Se señaló que “la política centrada en el Estado del gobierno corre el riesgo de socavar la oportunidad”, mientras que Capistran escribió que es poco probable que cambie el crecimiento de este año “de manera significativa”.
El bajo crecimiento y el desacoplamiento de Estados Unidos probablemente pesen sobre el peso, que podría debilitarse de los actuales 20,4 por dólar a 22 para finales de año, dijo Capistran en la videoconferencia.
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