Invertir para crecer tu dinero

Invertir puede ser la decisión financiera más inteligente que tomes. Aunque ganes un sueldo fijo trabajando, invertir puede hacer que el dinero que tanto te ha costado ganar trabaje para ti. Una cartera de inversiones sabiamente elaborada puede ayudarle a acumular un enorme patrimonio con el tiempo, que podrá utilizar para su jubilación, para enviar a sus hijos a la universidad o para cualquier otro objetivo financiero que pueda tener.

Sin embargo, aunque es de conocimiento general que invertir es una buena decisión, también está la cuestión de en qué debe invertir, que es una pieza muy importante del rompecabezas.

Teniendo esto en cuenta, vamos a examinar más detenidamente algunos de los instrumentos de inversión más populares. Analizaremos los pros y los contras de cada uno de ellos y examinaremos si pueden encajar en su estrategia de inversión ideal. También echaremos un vistazo a algunas de las cosas en las que probablemente no debería invertir.

 

Las acciones son buenas inversiones para casi todo el mundo

Casi todo el mundo debería tener acciones. Esto se debe a que las acciones han demostrado sistemáticamente ser la mejor manera para que una persona promedio acumule riqueza a largo plazo. En las últimas cuatro décadas, las acciones estadounidenses han ofrecido mejores rendimientos que los bonos, las cuentas de ahorro, los metales preciosos y la mayoría de los demás tipos de inversión.

Las acciones han superado a la mayoría de las clases de inversión en casi todos los periodos de 10 años del siglo pasado y han obtenido una rentabilidad media anual del 9%-10% durante largos periodos de tiempo. Para poner este rendimiento en perspectiva, una inversión de 10.000 dólares, capitalizada al 10% durante 30 años, se convertiría en casi 175.000 dólares.

 

Por qué invertir en acciones

 

 

¿Por qué las acciones estadounidenses han sido tan buenas inversiones?

Porque, como accionista, eres propietario de una empresa. Y a medida que ese negocio crece y se hace más rentable, y a medida que la economía crece, usted posee un negocio que se hace más valioso. Como dice el legendario inversor Warren Buffett, invertir en acciones estadounidenses es apostar por las empresas estadounidenses, y esta ha sido una apuesta excelente durante más de dos siglos.

Podemos utilizar los últimos 20 años como ejemplo. Incluso durante tres de las caídas bursátiles más brutales de la historia, la bolsa ha ofrecido mejores rendimientos que el oro o los bonos. Consideremos el índice de referencia S&P 500, ampliamente considerado como el mejor barómetro de la evolución de los grandes valores estadounidenses. En las dos últimas décadas, el S&P 500 ha obtenido un 540% de rentabilidad total, lo que incluye las ganancias de las cotizaciones bursátiles y los dividendos. En otras palabras, una inversión de 10.000 dólares se habría convertido en 64.000 dólares, y eso incluyendo los efectos de la crisis financiera de 2008, el desplome del COVID-19 en 2020 y la caída del mercado bajista de 2022.

 

Inconvenientes de invertir en acciones

Las acciones no son una inversión exenta de riesgo bajo ningún concepto. Incluso las acciones de las empresas más estables pueden fluctuar drásticamente en cortos periodos de tiempo. En los últimos 50 años, el índice S&P 500 ha bajado hasta un 37% en un solo año y ha subido hasta un 38%.

Por su enorme potencial de creación de riqueza, las acciones deberían constituir la base de las carteras de la mayoría de las personas. Lo que varía de una persona a otra es cuántas acciones tienen sentido.

Por ejemplo, una persona de 30 años que esté ahorrando para su jubilación puede soportar muchas décadas de volatilidad de los mercados y debería invertir casi exclusivamente en acciones. Una persona de 70 años debería tener algunas acciones para crecer; el estadounidense medio de 70 años vivirá hasta los 80, pero debería proteger los activos que necesitará en el futuro invirtiendo en bonos y manteniendo efectivo.

Las acciones presentan dos riesgos principales:

La volatilidad

Los precios de las acciones pueden oscilar mucho en periodos muy cortos. Esto supone un riesgo si necesita vender sus acciones en poco tiempo.
Pérdidas permanentes: Los accionistas son propietarios de empresas, y a veces las empresas fracasan. Este riesgo puede mitigarse centrándose en empresas consolidadas y estables y creando una cartera diversificada de acciones o invirtiendo en fondos cotizados (ETF) o fondos de inversión.

Si sus objetivos están todavía a años vista, puede protegerse de la volatilidad no haciendo nada. Incluso durante algunos de los peores desplomes del mercado de la historia, las acciones han proporcionado increíbles rendimientos a los inversores que compraron y mantuvieron.

 

Volatilidad de las acciones

 

 

Evitar pérdidas permanentes

La mejor manera de evitar pérdidas permanentes es tener una cartera diversificada, sin concentrar demasiado patrimonio en una sola empresa, sector o mercado. La diversificación le ayudará a limitar sus pérdidas a unas pocas malas selecciones de valores, mientras que sus mejores ganadores compensarán con creces sus pérdidas.

Por ejemplo, si inviertes la misma cantidad en 20 valores y uno quiebra, lo máximo que puede perder es el 5% de su capital. Supongamos que uno de esos valores sube un 2.000%, y no sólo compensa la pérdida, sino que duplica el valor de toda su cartera. La diversificación puede protegerle de las pérdidas permanentes y exponerle a más valores generadores de riqueza.

Otra forma eficaz de evitar pérdidas permanentes es invertir (exclusiva o parcialmente) en ETF y/o fondos de inversión. Por ejemplo, si invierte en un fondo indexado al S&P 500, su dinero estará repartido entre las 500 empresas que componen el índice y, por tanto, no sería devastador que alguna de ellas quebrara.

 

 


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