Los fondos de inversiones funcionan reuniendo el dinero de muchos inversores. Ese dinero se utiliza para comprar acciones, bonos y otros valores. Como los fondos de inversión invierten en un conjunto de empresas, ofrecen una diversificación instantánea (y por tanto un menor riesgo) a los inversores. Los inversores de fondos de inversión participan en los beneficios y las pérdidas del fondo.
Probablemente hayas oído hablar antes de los fondos indexados y los ETF, que son dos tipos de fondos de inversión pasivos. Sin embargo, también existen los fondos de inversión de gestión activa. Se trata de fondos de inversión dirigidos por gestores de fondos que eligen sus inversiones y compran/venden valores en función de los objetivos del fondo.
Los fondos de inversión de gestión activa suelen tener como objetivo batir al mercado (aunque superar al mercado con regularidad a largo plazo es difícil de conseguir), mientras que los fondos indexados de gestión pasiva, por ejemplo, trabajan simplemente para igualar el rendimiento del mercado.
Por ejemplo, un fondo de inversión S&P 500 trataría de replicar el rendimiento del índice bursátil S&P 500 invirtiendo en un pequeño porcentaje de cada una de las empresas del S&P 500.
Con los fondos de inversión, los inversores tienen muchas opciones para intentar hacer crecer tu dinero entre fondos de acciones (“fondos de renta variable”), fondos de bonos (“fondos de renta fija”) o fondos que ofrecen ambas cosas (“fondos equilibrados”). Dentro de estas categorías, hay aún más fondos distintos entre los que elegir.
Por ejemplo, los “fondos sectoriales” le permiten invertir en un sector específico, como las energías limpias, mientras que los “fondos de crecimiento” le permiten centrarse en empresas con revalorización de capital.
Empezar con inversiones de una cuenta de corretaje
Dado que los fondos de inversión de gestión activa requieren una gestión humana diaria, invertir en uno de ellos podría conllevar mayores costes de gestión y comisiones que elegir un fondo indexado de gestión pasiva. Además, tenga en cuenta que muchos fondos de inversión requieren una inversión mínima, que oscila entre 500 y 3.000 dólares. Aunque algunos no tienen ningún mínimo.
Para empezar a añadir fondos de inversión a tu cartera, busque corredores que no ofrezcan gastos de transacción (son gastos de comisión por la compra o venta de una acción del fondo) y gastos de gestión bajos (también conocidos como ratios de gastos). Por ejemplo hay más de 3.400 fondos de inversión sin comisiones por transacción, pero tenga en cuenta que algunos de los fondos de inversión de Fidelity pueden requerir alcanzar umbrales de financiación específicos.
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