Elegir valores para invertir es un proceso intimidatorio. Hay 11 sectores bursátiles diferentes, 69 industrias distintas y más de 8,400 valores en las tres principales bolsa de valores de Estados Unidos. ¿Cómo puede alguien, y mucho menos un principiante, elegir de forma inteligente valores específicos que estén preparados para obtener buenos resultados?
De entrada, los inversionistas deben saber que no existe ningún algoritmo o fórmula infalible que garantice el éxito. Hay tantas acciones como filosofías de inversión, esquemas, estrategias y mentalidades que los inversores utilizan para acercarse al mercado.
Como inversionista novato, o incluso como participante experimentado en el mercado que está reexaminando su propio enfoque, resulta útil comprender los siguientes principios. He aquí algunas cosas que debes saber antes de elegir acciones para invertir:
Lo que debes tomar en cuenta
Estás apostando por ti mismo
Antes de empezar es absolutamente vital que entiendas el juego que estás jugando y cuáles son las probabilidades.
Al optar por elegir acciones individuales, estás apostando por tu capacidad para batir al mercado y superar la rentabilidad de la bolsa de valores en general. Esto es extremadamente difícil de conseguir: el 84% de los gestores de fondos profesionales, cuyo único trabajo es batir al índice, no consiguen superar a sus índices de referencia tras un periodo de cinco años.
Errores psicológicos como comprar cuando las acciones que están en racha y vender cuando están a la baja, así como el exceso de operaciones, son en gran parte culpables de los miserables rendimientos actualizados de los inversionistas cotidianos.
Así que, aunque este principio es posiblemente el menos satisfactorio de los siete, también es el más importante. Al elegir acciones y no comprar fondos indexados de bajo costo como el Vanguard 500 Index Fund que proporciona automáticamente rendimientos de mercado, estarás incurriendo en un poco de arrogancia y optando por ir en contra de las probabilidades.
Conoce tus objetivos
Si a pesar de todo deseas elegir tus propias acciones dentro de la bolsa de valores, el siguiente paso es definir tus objetivos. ¿Eres un inversionista joven que quiere amasar una cartera de valores multimillonaria para cuando tengas 40 años? ¡Adivina qué! Acabas de reducir tu universo a valores de alto riesgo y alta rentabilidad, probablemente valores de crecimiento o valores contrarios.
¿Tienes un recorrido más corto, y simplemente deseas ir a lo seguro y tal vez ganar un poco de ingresos mientras lo haces? Es probable que solo quieras considerar empresas de primera fila y valores con dividendos; puedes encontrar algunas piezas ideales para tu cartera entre los fondos de inversión inmobiliaria o los dividendos.
Y para quienes pretendan ser inversionistas de impulso a corto plazo u operar basándose en gráficos, sus objetivos quedan fuera del ámbito de este artículo.
En pocas palabras, tener aunque sea una ligera idea de tus objetivos de inversión te será de gran ayuda al seleccionar los valores que tengan sentido para tu cartera.
No inviertas en empresas que no entiendes
Una acción no es más que una participación en la propiedad de una empresa. Si invirtieras en una pequeña empresa local, ¿querrías invertir en ella sin examinar sus libros y comprender sus ingresos, costos, estacionalidad, oportunidades, riesgos, competencia y ventajas?
Una buena selección de valores requiere la misma diligencia y comprensión, un concepto repetido a menudo por los grandes inversores a lo largo del tiempo.
Entiende los ratios financieros
Una vez que conozcas tus objetivos y des con un buen negocio que entiendas, la búsqueda no termina ahí. Necesitarás idea sobre si la acción en sí es barata o cara.
Aquí es donde los ratios financieros, derivados del valor de mercado de la acción dentro de la bolsa de valores y de varias cifras del balance, la cuenta de resultados y el estado de flujos de caja, resultan útiles. Métricas de valoración como precio-beneficio, precio-ventas y precio-libro son algunos ejemplos bien conocidos, pero otras métricas pueden ayudar a transmitir lo bien que una empresa puede pagar sus deudas, lo rentables que son sus operaciones y lo eficiente que es.
Aunque no es necesario examinar hasta el último ratio financiero antes de invertir en una empresa, debes conocer la situación de los más importantes en relación con sus homólogos y saber hacia dónde tienden.
Comprender el riesgo sistemático
Lo último que hay que saber sobre cómo elegir para invertir en la bolsa de valores es que tu cartera subirá y bajará con frecuencia por motivos ajenos a los valores concretos que poseas. Este año ha sido un gran ejemplo del riesgo sistemático en acción, ya que los tres principales índices bursátiles estadounidenses entraron en mercados bajistas a medida que la inflación, la guerra y la subida de los tipos de interés destrozaban la renta variable.
Estos factores externos pueden arrastrar incluso a los valores bien elegidos a largo plazo. Es imposible erradicar este riesgo general del mercado, pero los inversionistas pueden mitigar los riesgos específicos de cada empresa mediante la diversificación.
Aunque el riesgo sistemático forma parte de la vida, los inversores pueden afrontarlo comprando valores con menor correlación con el mercado, conocidos como valores de beta baja, o aceptarlo seleccionando valores de beta alta. Beta mide la volatilidad del mercado bursátil en general, que siempre es 1.
Aunque la beta no es una métrica perfecta, en términos generales, los valores con betas inferiores a 1 se moverán de forma menos pronunciada cuando los mercados suban o bajen, mientras que ocurre lo contrario con los valores de beta alta. En teoría, esto hace que los valores dentro de la bolsa de valores con una beta baja sean más preferibles en los mercados bajistas y que los valores con una beta alta sean mejores opciones para los mercados alcistas.
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