El S&P 500 es un índice de inversión que sirve de referencia para las empresas de gran capitalización bursátil. El índice S&P 500 es una cartera formada por unas 500 de las mayores empresas que cotizan en la bolsa de Estados Unidos. Es uno de los indicadores más reconocidos de la economía estadounidense.
“Ofrece exposición a los distintos sectores de la economía, como el energético y el financiero, y muchos más”, dice Mónica Jalife, directora de Withum Wealth Management.
Este índice también está ponderado, lo que significa que los valores más grandes constituyen una mayor parte de la cartera. Por ejemplo, la acción más grande del índice en este momento es Apple, que representa alrededor del 6% del S&P 500. La acción más pequeña pertenece a News Corporation Clase B, que sólo representa el 0,008% del índice. Así pues, Apple tiene un peso aproximadamente 777 veces superior al de la acción más pequeña, pero eso no significa que sea pequeña. La clase B de News Corporation tiene una capitalización de mercado, o valor de mercado de las acciones de la empresa, de 14.300 millones de dólares.
Con el S&P 500, tendrás exposición a estas empresas, así como a otros nombres reconocibles como Coca-Cola, PayPal, Disney, Home Depot y Netflix.
¿Cómo se eligen los valores para el S&P 500?
No todas las acciones pueden incluirse en el S&P 500. Para ser elegida, una empresa debe ser rentable durante al menos un año. Esto no quiere decir que una empresa no pueda perder dinero a corto plazo debido a los costos de explotación y a las condiciones del mercado, sino que debe obtener beneficios acumulados, es decir, beneficios a largo plazo.
La empresa también debe tener una gran capitalización bursátil, que se calcula como el precio de las acciones multiplicado por el número de acciones en circulación, y más del 50% de esas acciones tiene que estar en manos del público, es decir, de inversores individuales como usted y yo.
“Las empresas tienen que ser públicas, muy líquidas, y tener acciones en circulación que puedan negociarse públicamente. Un comité elige las empresas que se incluirán en la combinación de unas 500 empresas incluidas en el índice”, explica Jalife.
Por último, las empresas deben presentar estados financieros para su revisión pública ante la Comisión del Mercado de Valores (SEC), estar domiciliadas en EE.UU. y, por supuesto, cotizar en la bolsa estadounidense.
Invertir en el S&P 500 a largo plazo
Dos formas de invertir en las empresas del S&P 500 son los fondos de inversión o los ETF, que son versiones de un fondo indexado. Un fondo indexado permite a los inversores obtener exposición a muchos valores en una sola inversión.
“Una ventaja de invertir en un fondo indexado del S&P 500 es la posibilidad de intentar igualar el rendimiento de las empresas incluidas en el S&P 500″, dice Tiffany Welka, asesora financiera y asesora acreditada de gestión de patrimonios de VFG Associates. “Puede utilizar una estrategia de comprar y mantener sin necesidad de supervisar activamente el mercado de valores. También se consigue la diversificación porque el índice representa todos los sectores diferentes dentro del mercado de valores estadounidense. Pero una desventaja es que no es representativo del mercado global”.
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